El cielo y el infierno

El hombre está compuesto por el cuerpo y el Espíritu. El Espíritu es el ser principal, racional, inteligente. El cuerpo es la envoltura material que reviste al Espíritu en forma transitoria, para el cumplimiento de su misión en la Tierra y para la ejecución del trabajo necesario para su adelanto. El cuerpo, cuando se ha consumido, se destruye, pero el Espíritu sobrevive a su destrucción. Sin el Espíritu, el cuerpo sólo es materia inerte, como un instrumento privado del brazo que lo acciona. Sin el cuerpo, el Espíritu lo es todo: la vida y la inteligencia